Abadía de Westminster
Fundada en 960 dc. como monasterio benedictino, fue consagrada en 1605. La actual Abadía de Westminster, ubicada en el barrio de Londres del mismo nombre, fue sucesivamente modificada hasta conseguir su magnífico esplendor actual. Es visitada anualmente por más de un millón de personas y se encuentran enterrados entre sus claustros más de 3.000 representantes de la nobleza y la cultura británica. Es a la vez una iglesia y un verdadero museo del pasado inglés.
La obra de reconstrucción que en el S. XIII comenzó Enrique III en estilo gótico no llegó a su actual aspecto sino hasta varios siglos después. Fue, sin embargo, a lo largo de todo ese tiempo, testigo de numerosos acontecimientos importantes en la historia del pueblo londinense. La Abadía de Westminster es en la actualidad el sitio donde se continúan dando cita la nobleza británica a la hora de las coronaciones reales y la sepultura de sus más destacadas personalidades, incluyendo científicos y literatos. Diseñada en forma de cruz, entre sus impresionantes logros arquitectónicos destaca el techo de la capilla que es uno de los más refinados ejemplos de bóvedas de abanico cuyas exuberantes nervaduras dejan boquiabierto al visitante que las contempla. Su mayor y definitiva transformación ocurrió en el siglo XVIII cuando con la construcción de sus dos torres de la entrada principal se completa su aspecto exterior. Fue en el año 1066, con la coronación de Guillermo el Conquistador, cuando tuvo origen la ininterrumpida tradición de este importante ceremonial de la cultura británica.
La Abadía de Westminster es una visita obligada y que merece la pena aunque más no fuera para apreciar las galerías de sus claustros construidos entre los S. XIII y XIV o el Collage Garden, el parque más antiguo de Londres, con una historia de más de 900 años sin contar con el fino acabado de estilo gótico y renacentista con el que se facturaron la mayoría de las sepulturas expuestas. Descansan allí los restos de celebridades como William Shakespeare, Isaac Newton, Charles Dickens o Rudyard Kipling. También la del músico George Friederic Handel o el pintor William Turner. Una de las salas destinadas a museo expone las figuras esculpidas de los reyes que en su momento fueron realizadas para la exposición, en reemplazo del cuerpo, en la capilla ardiente, a la hora de las celebraciones fúnebres.
La abadía de Westminster continúa actualmente celebrando servicios y el acceso hasta ella está garantizado por una red de transporte urbano de gran cobertura.